Es la capacidad de uno o varios consumidores de generar, gestionar y consumir energía en una misma ubicación o bien en remoto, ya sea con acumulación de energía o sin ella. Cada kWh producido y autoconsumido, es 1 kWh menos que debemos comprar en la empresa eléctrica con su correspondiente ahorro en la factura eléctrica.
Los paneles solares generan corriente continua que recibe el inversor, quien la transforma en la corriente alterna que consumimos en casa.
La energía solar generada la inyectamos ( mayoría de los casos) directamente en el cuadro eléctrico principal de la casa, de modo que si en una hora determinada estamos generando 3 kWh y consumimos 4 kWh, pues entonces los primeros 3 kWh de consumo vendrán de los paneles solares el kWh que falta por completar el consumo lo compraremos en la empresa eléctrica.
Y también al revés, si en una hora determinada estamos generando 3 kWh, y sólo estamos consumiendo 2 kWh, entonces la totalidad del consumo vendrá de los paneles solares y el kWh solar sobrante lo enviaremos a la red.
Por este kWh que enviamos a la red, la compañía eléctrica nos aplicará un descuento en la factura eléctrica (compensación).
En aquellas instalaciones de autoconsumo de menos de 100 kW de potencia y que están conectadas a la red interior de alguno de los consumidores asociados a la instalación de generación, la empresa eléctrica valorizará los excedentes ( sobrantes) que enviamos a la red de distribución de acuerdo a lo que se llama mecanismo de compensación simplificado.
De la energía producida por la instalación fotovoltaica, la que no se puede autoconsumir en el momento (excedentes solares) irá hacia la red eléctrica y, el contador bidireccional de la compañía comercializadora contará horariamente el total de la energía enviada (exportada ) en la red de distribución.
Cada empresa comercializadora de electricidad valoriza los kWh enviados a la red a un precio diferente, sumando su valor durante el mes.
Al final del mes, cuando recibamos la factura, veremos una línea de descuento con el valor económico total de los kWh enviados a la red.
La factura eléctrica nunca podrá ser negativa, y por tanto si la instalación tiene muchos excedentes, puede que una parte de éstos no se puedan valorizar y se pierdan.
Es importante tener en cuenta que el valor que nos dan por los excedentes siempre es menor que el valor que pagamos por la electricidad consumida, y por tanto la máxima rentabilidad y menor payback lo tendremos siempre con instalaciones con poco excedentes.
Sin embargo, si intentamos hacer una instalación sin excedentes, puede que la instalación resultante sea muy pequeñito, y por tanto el ahorro en valor absoluto también será menor.
Por tanto, lo más adecuado siempre es alcanzar un equilibrio óptimo entre rentabilidad (instalación pequeña con pocos excedentes) y ahorro (instalación más grande con más excedentes) que satisfaga las necesidades del cliente, cada cliente es diferente.
Si ponemos una batería alcanzamos el máximo valor por cada kWh generado, puesto que valorizamos todos los kWh generados al precio que compramos la electricidad en casa. Para alcanzar esta máxima valorización es necesario realizar la inversión en la batería que generalmente supone un sobre coste de entre el 60% y el 70% respecto a la instalación sin batería.
Por el contrario si no ponemos la batería, los excedentes que irían a la batería, se enviarán a la red eléctrica y serán compensados/valorizados a un precio más bajo que si los hubiésemos guardado. La ventaja de no poner la batería es que te ahorras ese 60% - 70% de sobrecoste.
Si pensamos en comprar un batería en términos económicos posiblemente la amortización de la instalación se alarga, pero en todo caso el factor económico no siempre es decisivo, puesto que hay mucha gente que nos compra baterías porque quieren alcanzar una máxima autonomía respecto a la compañía eléctrica.
Además, no hay que olvidar que a medida que se instalen más sistemas solares, el precio de la electricidad en horas diurnas caerá y en las nocturnas será más caro, y por tanto más rentable será poner baterías.
Existen otros sistemas de almacenamiento para guardar los excedentes. Tenemos los desviadores de excedentes (Fronius y Lacecal por ejemplo), que cuando detectan que la generación solar es inferior al consumo, desvían los sobrantes a una resistencia eléctrica ubicada en el interior de un acumulador de agua caliente, de forma que se precalenta el agua proveniente de la calle antes de llegar a la caldera/termo y así se reduce el salto térmico necesario para calentarla.
Las baterías almacenan energía en forma de energía química y los acumuladores de ACS en forma de energía térmica.
Otra solución para quienes disponen de un coche eléctrico y posible punto de recarga es instalar un cargador de vehículo eléctrico (CVE) que permita aprovechar los excedentes solares.
Una instalación solar, actualmente tiene una vida probada de más de 25 años. Piense que una instalación solar no tiene partes mecánicas móviles que sufran desgaste, o fluidos circulante que provoquen sobrepresiones como ocurre con la energía solar térmica. Por tanto si la instalación ha sido bien diseñada, es muy razonable que la vida útil sea superior a 25 años.
Los módulos con el tiempo se van degradando y van perdiendo capacidad de producción, sin embargo los fabricantes dan una garantía mínima de producción del 80% a los 25 años; es decir aseguran que a los 25 años, los paneles solares producirán al menos el 80% de lo que producen el primer día.
Además, los paneles tienen una garantía de producto de al menos 12 años contra defectos de fabricación.
Los inversores actuales tienen una vida últil superior a 15 años y los inversores que ofrecemos tienen una garantía de 10 años.
Batería: las baterías más comunes de las instalaciones solares son de fosfato de hierro y litio (LiFePO4) y suelen tener una garantía de 10 años y vida útil superior a 6.000 ciclos (16 años).
Las estructuras que ofrecemos tienen por lo general una garantía de 10 años.
Además, nosotros como empresa instaladora ofrecemos 5 años de garantía de instalación, mucho más allá de los 2 años obligatorios por ley que ofrecen la mayoría de empresas instaladoras.
El mejor mantenimiento que puede tener tu instalación solar es disponer de un buen sistema de monitorización que permita saber que su instalación solar está produciendo correctamente en todo momento.
La única tarea de mantenimiento que puede ser recomendable es la de intentar limpiar los paneles solares de vez en cuando (barro y depósitos de pájaros). En cualquier caso, sólo limpiar los paneles si el acceso es suficientemente seguro.
Generalmente el agua de lluvia limpia ya los paneles dado que con 5° de inclinación de los paneles es más que suficiente para que el agua retire la suciedad de los módulos solares. Por lo general, las instalaciones residenciales tienen entre 10° y 15°.
Más que pagar por adelantado un servicio de mantenimiento que se comerá parte del ahorro anual, nosotros recomendamos realizar un buen seguimiento de la producción y en caso de necesidad contratar nuestro servicio post-venta.
Actualmente estamos preparando una solución de monitorización premium que permitirá hacer el cuidado cuidado de la producción y establecer unas pocas alarmas que nos alerten de cualquier anomalía.
La normativa actual obliga a que las instalaciones solares dejen de funcionar cuando no detecten tensión de red por un tema de seguridad.
Imagine que la empresa eléctrica quiere realizar tareas de mantenimiento en la red de distribución y corta la corriente en toda la calle. Si las instalaciones solares siguieran funcionando podrían provocar retorno de electricidad a la red, lo que pondría en peligro a los operarios que están trabajando.
Existen soluciones de backup que permiten que la instalación solar siga funcionando en caso de que se marche la corriente a casa; sin embargo estas soluciones implican instalar una batería y disponer permanentemente de cierta disponibilidad de energía en la batería por si debe entrar a funcionar el sistema de backup.
Estos sistemas aseguran una desconexión efectiva con la red eléctrica por lo que la instalación solar empieza a funcionar como un sistema aislado que no puede enviar energía a la red.
En todo caso, esto es problemático porque las baterías tienen un coste elevado y si además resulta que sólo puedes utilizar el 50% porque la otra 50% debes guardarla por si el sistema de backup debe entrar a funcionar, pues entonces la batería aún resulta más cara.
Por tanto nuestra recomendación es no plantear sistemas de backup si no tienes problemas de cortes de suministro frecuentes.
Si tu duda está entre poner 10 o 12 paneles en casa, nosotros siempre te recomendaremos poner 12 paneles y no precisamente porque nos ganemos la vida instalando 2 paneles más.
El hecho, es que el coste marginal de añadir 2 paneles más ahora es mínimo comparado con el coste de añadir 2 paneles una vez la instalación ha sido finalizada y legalizada, ya que entonces deberemos desplazarnos de nuevo, desconectar el cableado de la cubierta y reconectarlo con los dos paneles adicionales, modificar el proyecto, realizar una nueva legalización, etc.
Cada vez más estamos yendo hacia una electrificación de la demanda con la llegada del vehículo eléctrico, las aerotermias, etc… y por tanto es lógico pensar que en un futuro tu consumo eléctrico aumentará.
Te recomendamos instalar dos paneles más.
Tiene sentido si tienes claro que en un futuro vas a consumir más, pero otra vez debemos recordar lo que hemos dicho en el punto anterior; añadir 4 paneles más a futuro siempre tendrá un coste significativamente más elvado que si los instalas ahora.
Con la broca adecuada se perfora la teja por su parte más elevada hasta llegar a la parte estructural de la cubierta que hay debajo, sea de mechembrado o de hormigón. Es en esta parte estructural de debajo de las tejas donde se sujetan los tornillos que soportan la estructura de aluminio y los paneles solares. Las tejas por tanto sólo son traspasadas por los tornillos de sujeción que llevan una junta plana de goma que se aprieta con una hembra sobre el agujero dándole la estanqueidad que evitará a todas luces posibles goteras.
Además, como todos los agujeros quedan por debajo de los módulos, que los hacen de cubierta y por la parte más alta de las tejas no corre nunca el agua, ya ni se mojarán.
Si tu instalación es de hasta 15 kW, en la mayoría de los casos no tendrás que pedir permiso de conexión a Endesa.
No obstante si tu instalación no se encuentra en suelo urbanizado y que disponga de las dotaciones y servicios básicos a los que obliga la normativa urbanística, será necesario solicitar un estudio de conexión a la empresa distribuidora de la zona, que tiene un coste de 100 €.+ IVA
Además, en estos casos, será necesario tramitar un contrato técnico de acceso con la empresa distribuidora, el cual regula las condiciones técnicas de conexión a la red de distribución. No se trata de un contrato económico.
En primer lugar debemos tramitar un comunicado previo de obras y habrá que pagar el impuesto de construcciones y obras ( ICIO) que tiene un coste aproximado de un 4% del coste de la obra antes del IVA (depende de las ordenanzas fiscales de cada ayuntamiento).
En cualquier caso, la mayoría de ayuntamientos disponen de una bonificación del 95% del valor del impuesto por aquellos proyectos que incorporen paneles solares a casa. Nosotros tramitamos esta bonificación.
Además habrá que pagar la tasa de la licencia urbanística que tiene un coste aproximado de un 1,5% del coste de la obra antes del IVA (normalmente entre 50€ y 100€).
Algunos ayuntamientos también piden depositar un pequeño depósito para la gestión de los escombros el cual se devuelve al finalizar la obra y presentar el certificado del gestor de residuos que ha recibido los escombros.
Una vez tramitado el comunicado previo de obras, deberemos realizar la apertura del centro de trabajo por si alguna vez hubiera una inspección de trabajo o se produjera un accidente grave en la obra. Este trámite no tiene coste, pero tiene un precio muy alto si te enganchan trabajando sin haber realizado el trámite.
Ahora ya podemos empezar la instalación, aunque algunos ayuntamientos de forma ilegal, tramitan lo que llaman un comunicado de obra diferido que nos obliga a esperar su resolución por la aprobación del comunicado previo de obras.
Una vez hecha la instalación, empezaremos con los trámites de legalización; en primer lugar la inscripción de la instalación en el Registro de Instalaciones Técnicas y de Seguridad Industrial ( RITSIC) sin coste, y finalmente la inscripción en el Registro de Autoconsumo de Cataluña con un coste de 32 €.
Todas las instalaciones residenciales ejecutadas hasta el 31/12/2023 tienen la posibilidad de deducir un 40% de la inversión (con un máximo de 3.000 €) si demuestran con un certificado energético previo a la instalación y uno posterior, que han logrado un ahorro del 4'% de energía primaria no renovable.
También puede alcanzarse, si consigues una clasificación energética A o B en el certificado energético posterior a la instalación.
Ahora bien, alcanzar estos ahorros únicamente con la instalación solar es francamente complicado, ya que normalmente se pueden conseguir cuando se actúa sobre la envolvente térmica del edificio o bien se realizan inversiones en el sistema de climatización instalando aerotermias .
Las baterías virtuales es un mecanismo por el que las comercializadoras de energía se quedan tus sobrantes y te compensan el precio íntegro de la energía que se quedan en futuras facturas sin limitaciones de precio e incluso permiten asignar los sobrantes a distintos emplazamientos.
A priori parece una idea muy buena, ya que puedes valorizar los kWh sobrantes al mismo precio que si los guardaras en una batería física pero sin necesidad de realizar la inversión.
Sin embargo, si el ritmo de instalaciones solares sigue creciendo de la forma actual, al final el precio de la energía en hora solar caerá tanto que será imposible que las comercializadoras te permitan compensar a estos sobrantes con energía consumida en horas caras ( nocturna).
Por tanto es una buena posibilidad a corto plazo, pero a medio-largo plazo, seguro que el futuro de la acumulación pasará por las baterías físicas.
Una instalación de autoconsumo colectivo es la suma de n instalaciones individuales que comparten una serie de infraestructuras comunes: un solo proyecto, un solo cableado, un solo inversor, una sola legalización y tramitación.
Por este motivo será necesario firmar entre todos los participantes en la instalación de autoconsumo colectivo un acuerdo de reparto que establecerá qué % de la instalación tiene cada participante.
A partir de aquí hay que entender que compartir energía es un fenómeno virtual en el que realmente no sabemos a dónde van los electrones de manera física.
Por este motivo en una instalación de autoconsumo colectivo será necesario instalar un contador de generación que leerá e informará a la empresa distribuidora a la totalidad de la energía generada.
La empresa distribuidora aplicará los coeficientes de reparto del acuerdo e imputará a cada participante la parte de generación que le corresponda. A partir de aquí comparará la generación con el consumo leído por los contadores de consumo de cada participante y hará el balance correspondiente para acabar facturando a cada uno la diferencia entre su consumo y su generación, y en caso de que esta diferencia sea menor que 0 aplicando los excedentes que correspondan.
Actualmente la distancia máxima online recta en el plano ortogonal entre el compatador de generación y el de consumo es de 2 km.
Se puede compartir energía tanto en BT como en MT.
Rotundamente no. Puedes compartir una instalación con tus vecinos, y por tanto compartirás toda la energía generada (autoconsumida y excedentes), pero no puedes compartir sólo tus sobrantes.
Orientar los módulos a norte siempre será la última opción, pero si no es posible orientar los módulos a sur porque no tenemos espacio, o porque necesitamos poner más potencia para cubrir el consumo y tampoco tenemos opciones este-oeste, pues orientaremos los paneles a norte sin ningún problema.
Hay que tener en cuenta que los paneles orientados a norte en Cataluña producen aproximadamente un 10% menos que los módulos mirando al sur a Alemania.
En SolarTradex es una muy mala opción, por los siguientes motivos:
Estética. Debemos conseguir que la FV sea sexy y ver una casa con los paneles levantados en un tejado inclinado de teja es justo lo contrario.
Es peligroso: cada vez estamos viviendo episodios climatológicos más extremos y poner los paneles elevados en un tejado inclinado lo que provoca es aumentar la carga de viento y jugar con fuego para que la instalación salga volando el día que menos te lo esperas.
La Ley de Urbanismo no lo permite, ya que debería modificarse el planeamiento urbanístico del municipio donde se instalan. Solo se permite instalar sobre la cubierta de las edificaciones y otras construcciones auxiliares de éstas, incluidas las pérgolas de los aparcamientos de vehículos, cuando las instalaciones no superen el metro de altura desde la cubierta plana o, en caso de cubierta inclinada, cuando los captadores o paneles se ubiquen adosados en paralelo.
Si queremos maximizar la generación solar, hoy en día es mucho más rentable y seguro instalar un par de paneles solares más en disposición coplanar mirando al este u oeste, ya que el precio de los paneles solares ha descendido muy significativamente y el coste de la estructura también será más económico.
Posible si lo es, inteligente no. Si quieres desconectarte tendrás que dimensionar la instalación para garantizar al menos una autonomía de 3 días, y eso significa tener que hacer la instalación más grande y poner baterías suficientemente grandes como para almacenar energía durante 3 días.
Además, tendrás que instalar un grupo electrógeno de soporte por si por ejemplo en invierno, estamos una semana con mal tiempo sin poder cargar las baterías.
Evidentemente esto es mucho más caro que poner una instalación de autoconsumo con soporte de la red.
Además tener una instalación aislada supone estar siempre pendiente de los consumos y la carga de la batería, y esto va en contra del confort, ya que no puedes llegar a casa y poner la climatización como y cuando tú quieres, no te puedes bañar en la bañera con velas, etc… ya me entiende.
Es una pregunta muy habitual que se hace quien se plantea poner paneles solares en casa, y la respuesta es que sí, salvo casos excepcionales. Los paneles fotovoltaicos más comunes hoy en el mercado están fabricados cumpliendo con una normativa específica de grandes impactos por los cristales.
Son cristales templados, procesados térmicamente para obtener una mayor resistencia que la de los cristales convencionales. Deben pasar unos ensayos de impacto de granito (Hail test, en inglés), que según la norma IEC 61215 deben soportar los impactos de estas bolas de hielo de distinto diámetro ya diferentes velocidades.
Ahora bien, cada vez estamos viviendo episodios climatológicos más extremos, y esto hace que no se pueda asegurar que si cae piedra de tamaño mayor, oa mayor velocidad que la de las macetas, los paneles se puedan romper como ocurrió con la granizada de la verano en La Bisbal.
Lo más recomendable es asegurar la instalación solar, más allá del propio seguro de la casa y asegúralo contra estos episodios extremos de viento y/o piedra.
A menudo en caso de desastres de este estilo, el seguro tampoco cubrirá si hay una declaración de zon castrófica por parte del Gobierno. En este caso será el Consorcio de Compensación de Seguros quien se hará cargo de ellos. Sin embargo para que esto ocurra es necesario tener contratado un seguro.
Los techos de las comunidades no son de uso privativo de la persona que vive en el piso más alto, sino que pertenecen a la comunidad de vecinos, por tanto de acuerdo al código civil catalán habrá que pedir un permiso a la comunidad tanto si quiero poner una instalación solar por uso individual como si se trata de una instalación comunitaria.
Para pedir el permiso es necesario convocar a la junta de la comunidad y hacer constar el orden del día que se quiere solicitar el permiso para instalar paneles solares.
En la siguiente reunión la junta de la comunidad deberá aprobar por mayoría simple de los asistentes el permiso para ejecutar la instalación solar.
La ley del IVA permite aplicar un 10% de IVA a las obras de renovación y reparación.
Una instalación solar fotovoltaica podrá considerarse como una instalación de renovación o reparación si y sólo si:
Por este motivo, siempre pedimos una declaración firmada a nuestros clientes para poder aplicar este 10%.
Por último también podemos aplicar un 10% de IVA a los autopromotores.
En FV al igual que en la vida real, el tamaño no es lo más importante….
La eficiencia de un panel es la relación entre potencia y superficie del panel, por tanto un panel de 550W con un gran tamaño, puede ser menos eficiente que un panel de 385 de menor tamaño si la relación W/m2 es más alta. Los paneles con los que trabajamos en SolarTradex tienen una eficiencia entre el 20,6% y el 21,3%, y están dentro del segmento alto de eficiencia.
Cuanto más eficiente sea el panel, más kWp podrás instalarlo en una superficie determinada.
Si se quiere paneles mucho más eficientes - un 1% más - habrá que pagar prácticamente el doble por los paneles y posiblemente no valga la pena.
Una ombra permanent encara que sigui només sobre una part d’un panell té una afectació força significativa sobre la producció del camp solar.
El panells solars s’uneixen en cadenes ( o strings) de la mateixa manera que dins d’un panell solar les diferents cèl·lules solars també s’uneixen en 3 o 4 cadenes les quals s’uneixen al capdamunt del panell ( actualment hi ha panells que la unió es fa a la part central).
Aquestes cadenes les podem imaginar com tuberies per on circula aigua. Si tenim una ombra que només afecta una cèl·lula, resultarà que no circularà ( aigua) per totes les cèl·lules que estiguin connectades en cadena dins del panell.
I si aquest panell té 4 cadenes, doncs només arribarà el 75% de l’aigua al capdamunt del panell, i aquest panell només passarà el 75% per cent de l’aigua al següent panell connectat en cadena i per tant al final de la cadena només arribarà el 75% de l’aigua i tot per culpa d’una sola cèl·lula.
Resumint que totes les ombres són importants i per això convé minimitzar-les encara que semblin petites o que només afecten a una part d’un sol panell.
Realizar una instalación con microinversores puede ser una muy buena opción si tienes sombras significativas en tu instalación.
Trabajar con microinversores permite que las sombras sobre algunos paneles no afecten al resto de paneles; sin embargo si no tienes sombras pagarás un sobreprecio por la instalación y la instalación trabajará igual de bien que sin microinversores.
Si instalas microinversores y se estropea un microinversor no perderás la totalidad de totalidad de la producción tal y como pasará si trabajas con un solo inversor, pero por el contrario tendrás muchas más posibilidades de que se estropee un inversor que si trabajas con un solo inversor.
Además si se estropea un microinversor deberás subir arriba del tejado para repararlo y desmontar el panel correspondiente, por tanto el coste de reparación/sustitución será mucho más alto.
La principal diferencia entre ambos tipos es la potencia. Los CVE por uso doméstico se han estandarizado a una potencia máxima de 7,4 kW en monofásico y 22 kW en trifásico. De hecho, la mayoría de modelos tienen la opción de 7,4 kW, 22 kW o 22 kW adaptable a 7,4 kW.
En el caso de tener una instalación monofásica, a toda costa se deberá instalar un cargador monofásico.
Sin embargo, en una instalación trifásica se puede instalar CVE monofásicos o trifásicos. Deberemos tener en cuenta diferentes factores:
La carga será definida por tres factores (siempre que el VE lo permita):
El CVE puede configurarse para limitar la potencia de carga. Ahora bien, estar pendiente de tener suficiente energía y limitar el CVE porque no nos pasamos de la potencia contratada puede ser muy molesto. Por eso instalamos un medidor externo que se comunica con el CVE para autogestionar qué potencia tiene disponible y utilizar la máxima hasta el límite que se le marque (balanceo automático de cargas).
Una opción es tener una potencia disponible superior al conjunto de potencias máximas de los CVE existentes en la instalación. Esta opción requiere que la potencia contratada sea elevada (si la compañía lo permite) y, por tanto, un coste de mantenimiento elevado.
La segunda opción es limitar la potencia de cada cargador para asegurar que no se va a pasar de la potencia disponible. Esta opción limita la carga de los vehículos y nunca se aprovecha la potencia máxima de los CVE.
La última opción es instalar un medidor de energía que se comunique con el CVE principal y que éste gestione automáticamente la potencia disponible total entre los cargadores en funcionamiento. De esta forma no se debe contratar más energía de la necesaria (si no se quiere) y los CVE funcionarán a la máxima potencia disponible en función de los CVE que estén en uso.
Hay CVE que lo permiten. Lo que necesitan es leer el consumo actual a través de un medidor externo (lo mismo que hace el balanceo de cargas) y el cargador utilizará la energía excedentaria necesaria para que la lectura no sea negativa ni positiva con la limitación de carga mínima y/ o máxima que tenga el vehículo conectado, esto hará que se minimicen los excedentes solares. Por ejemplo, si tenemos 1,3 kW de excedentes, el CVE no podrá ponerlos en el vehículo ya que no son suficientes para que éste permita la carga.
Este modo de funcionamiento permite dos modalidades de gestión de excedentes solares, una en la que sólo inyectará en el vehículo excedentes solares y otra que permite un mix de carga con energía de la red y de excedentes solares previamente definido por el usuario.
Los CVE de uso doméstico se configuran a través de la App de la marca. La configuración principal se realiza a través de Bluetooth. El cliente, propietario del CVE, tendrá acceso para modificar su configuración en función de sus necesidades.
Aparte, la mayoría de CVE permiten la conexión a través de internet para gestionar algunos parámetros. Como programar las cargas, iniciar y detener las cargas o incluso modificar la potencia máxima del CVE.
La conexión a internet sólo es necesaria si se quiere cambiar algún parámetro de la instalación como por ejemplo iniciar y detener la carga, programar horarios de carga o realizar la gestión de usuarios (dar acceso a tarjetas RFID, etc).
Una de las grandes ventajas de los CVE es programar las cargas en el VE. Cada CVE dispone de su App/plataforma para gestionar la programación horaria.
La primera opción es instalar un CVE conectado directamente al contador de la casa (si existe acceso). La canalización hasta llegar a ella puede ser individual o puede ser colectiva (preinstalación comunitaria) en función de lo que decida la comunidad.
La segunda consiste en instalar un subcuadro de protecciones desde el contador del parking desde el que se harían derivaciones individuales para cada CVE.
La forma más práctica de facturar la energía que se gasta en cargar desde el contador de la comunidad, es instalar un medidor homologado (MID) en cada CVE y, a través de una plataforma gestionada por la propia comunidad, realizar las facturaciones necesarias (por sesión de carga, a final de mes, etc).
Deberá gestionarse a través de una plataforma dedicada a esta finalidad. Existen diferentes plataformas que permiten diferentes configuraciones; algunas son para usuarios habituales de ese punto de recarga (uso privado) y otras se abren a cualquier persona registrada en la plataforma (uso público). Dependen de la plataforma, se permite gestionar qué usuarios tienen acceso a ella y las tarifas que tienen de forma personalizada.
Las subvenciones van muy lentas a resolverse por falta de recursos del ICAEN.
El RD477/2021 establece un plazo de 6 meses para otorgar la subvención, aunque actualmente este plazo se supera con creces dado que a día de hoy sólo se han otorgado las solicitudes registradas el día 10/01/22.
Una vez otorgada la subvención comienza un período de 18 meses para justificar la inversión y después el ICAEN tiene 6 meses por pagar.
La bonificación del IBI depende de cada ayuntamiento, aunque normalmente tardan un mínimo de 6 meses.