La transición energética ha acelerado de manera definitiva en los últimos tiempos, convirtiéndose en un concepto conocido e interiorizado por una gran mayoría de la sociedad. Es en esta nueva realidad que las instalaciones de energía solar de autoconsumo con y sin baterías han acontecido una excelente oportunidad para participar de manera activa en esta transición, a la vez que han permitido disminuir el impacto del alto precio de la energía que nos está tocando sufrir desde ya hace más de 2 años. Pero, ¿merece la pena instalar baterías?
En el artículo de hoy, os daremos algunas claves para valorar la idoneidad de instalar un sistema de autoconsumo con baterías en casa.
En primer lugar, queremos dejar una idea muy clara, y es que tenemos que tener muy claro que actualmente, el dilema ya no es plantearse si es rentable y/o nos conviene instalar un sistema de autoconsumo en casa, sino que el dilema es plantearse si lo hacemos ahora o quizás en el peor de los casos lo dejamos para de aquí un tiempo.
Lo que está claro es que en los próximos años disponer de energía solar en casa será de lo más normal y necesario, y por tanto, cuando antes demos este paso, antes empezaremos a ahorrar en nuestra factura eléctrica más allá del beneficio medioambiental que esta decisión tan importante tiene asociada.
Daniel Pérez lo explica muy bien en su libro la Superpotencia Renovable, la transición energética no solo consiste en apostar por las energías renovables sino también y principalmente, de electrificar al máximo nuestros consumos para desplazar tanto como sea posible nuestro gasto energético de combustibles fósiles.
Así pues, durante los próximos años y con toda seguridad, nuestro consumo en casa se incrementará significativamente a medida que vayamos sustituyendo los antiguos sistemas de climatización y de agua caliente sanitaria (ACS) alimentados por gas o gasóleo por sistemas más eficientes y sostenibles como pueden ser las aerotérmias, bombas de calor y acumuladores de ACS entre otros, y evidentemente sin olvidar que en un futuro más o menos próximo todos acabaremos conduciendo un coche eléctrico que tendrá que cargarse principalmente en casa.
Es evidente pues, que la transición energética y la electrificación de consumos es ya un hecho imparable, y en este contexto en el que muy probablemente nuestro consumo energético aumentará de manera significativa, será muy importante maximizar dentro de las limitaciones obvias de nuestra capacidad de inversión individual y de la superficie disponible en el techo de casa, el tamaño de las instalaciones solares en nuestra vivienda para autoproducir el máximo de electricidad posible.
A la vez, este hecho conllevará que haya horas del día en que nuestra producción solar será significativamente superior a nuestro consumo, por lo tanto, nos veremos obligados a devolver parte de esta producción de electricidad renovable a la red de distribución eléctrica… A menos que decidamos dar un paso más y complementar nuestra instalación de autoconsumo con una batería o sistema de almacenamiento.
Por lo tanto, planteada la necesidad, estas son las 5 razones por las cuales entendemos que instalar una batería en casa puede ser (es) una excelente decisión.
1. La batería me permite lograr un nivel de independencia energética mucho mayor.
En primer lugar, y más allá de razones puramente económicas que analizaremos en los próximos puntos, lo que es evidente es que instalar un sistema de autoconsumo con baterías permite lograr un grado de independencia energética respecto a la red mucho mayor que si no instalamos ningún sistema de almacenamiento.
Típicamente, para los consumidores residenciales es muy complicado, sobre todo entre semana, hacer coincidir nuestra curva de generación solar con nuestra curva de consumo, dado que normalmente las horas centrales del día son las que coinciden con las horas que estamos fuera de casa y esto supone verter un gran número de excedentes (normalmente más del 60% de la producción solar) a la red de distribución. Estos kWh los recuperaremos después en horas de baja producción solar a través del mecanismo de compensación simplificado, tal y como veremos seguidamente.
En todo caso y aún existiendo este sistema de recuperación de excedentes, seguiremoss siendo dependientes de las empresas eléctricas, pues son ellas las que nos devuelven y pagan estos sobrantes de energía.
Por lo tanto, la única manera de ser lo más autónomo posible será apostando por las baterías, con las cuales podremos lograr autonomías próximas al 85%-90% de nuestro consumo.
2. La batería nos permite maximizar la valorización de cada kWh no autoconsumido instantáneamente.
Cada kWh que generamos y autoconsumimos toma el valor de aquel kWh que dejamos de comprar a nuestra empresa suministradora de electricidad. Este precio incluye el coste de generar la electricidad, los peajes y cargos regulados que tenemos que pagar para utilizar la red de distribución y por otros conceptos asociados a la política energética del país, el impuesto eléctrico y el IVA. Todo esto corresponde al precio minorista que pagamos por la electricidad en casa.
En cambio, si estamos acogidos al mecanismo de compensación de excedentes simplificado (donde encontramos la mayoría de los autoconsumidores) el valor que obtendremos por los excedentes se reduce aproximadamente al coste de generar la electricidad en el mercado mayorista; es decir dado que para enviar los sobrantes de generación de electricidad a la red eléctrica y poder recuperarlos posteriormente, en realidad estamos utilizando esta red, nos corresponde pagar el uso que estamos haciendo de ella y también los impuestos correspondientes a este uso. Por lo tanto, valorizamos este sobrante a precio de mercado mayorista.
Pero si en vez de enviar estos sobrantes en la red y compensarlos posteriormente, los almacenamos en una batería y los utilizamos posteriormente sin que estos salgan de casa, entonces volvemos a valorizar estos excedentes a precio de mercado minorista.
Es evidente, que si instalamos una batería en casa, el valor de los kWh sobrantes gana valor. Pero, ¿cúal es este valor?
Si ponemos como ejemplo los precios de electricidad que tiene Som Energia publicada en su web, y para un consumo medio de electricidad en casa, observamos que el precio minorista promedio para un consumidor residencial con potencia contratada inferior a 15 kW es de 0,35 €/kWh, en cambio, el precio al que se valorizan los sobrantes de energía es de solo 0,16 €/kWh. En este caso, acumular los sobrantes de energía en una batería supone incrementar en un 119% el valor de estos excedentes.
Si hacemos el mismo ejercicio con los precios que tiene Endesa publicados en su web, tenemos que el valor medio de cada kWh autoconsumido es de 0,18 €/kWh y el precio de compensación es de 0,12 €/kWh, por tanto, en este caso, acumular la energía en una batería supone incrementar el valor de cada kWh almacenado en un 50%.
Es evidente, que al margen del precio que aplique cada comercializadora de electricidad (no todo son los precios, sino también los valores y ética de la empresa), la ganancia adicional en caso de utilizar una batería es muy significativa, por tanto, podemos concluir que instalar baterías nos permite incrementar en valor absoluto del ahorro en nuestra factura eléctrica.
3. El aumento de la vida útil de las baterías permite bajar significativamente nuestro coste de generación eléctrica con batería.
La mejora tecnológica de las baterías de ión litio en los últimos años ha permitido a los fabricantes aumentar de manera muy significativa la vida útil de las mismas. En este sentido fabricantes como Sonnen ya están ofreciendo garantías de 10.000 ciclos de carga y descarga de sus equipos, el equivalente a unos 27 años de vida útil.
Este hecho nos permite rebajar mucho el LCOE (coste de generación de electricidad) de los sistemas de autoconsumo con baterías a lo largo de la vida útil del sistema, típicamente 25 años.
Pero vamos por partes…, ¿qué es el LCOE?, el LCOE es un concepto que se utiliza para calcular el coste de generar electricidad, y a nivel conceptual se define como el cociente entre el coste de inversión (€) y los gastos de mantenimiento a lo largo de la vida útil de la instalación (€), y la previsión de producción de electricidad a lo largo de este 25 años (kWh). Por lo tanto, obtenemos un valor en €/kWh que podremos comparar con nuestra previsión de precio de compra de electricidad a nuestra empresa suministradora.
Realmente y técnicamente esta fórmula es un poco más compleja, puesto que para ser estrictos también le tenemos que aplicar tanto al numerador como al cociente una tasa de descuento para actualizar los precios futuros en el momento presente. Os dejo aquí la fórmula estricta.
Pues bien, vamos a calcular el LCOE de una instalación de autoconsumo media de 4 kWp con una batería de 5 kWh, y posteriormente compararemos su coste de generación de electricidad (€/kWh) con el precio que pagamos por la electricidad en casa.
Suponemos que el coste del sistema es de unos 12.000 € (IVA incluido) y que el sistema generará unos 1.400 €/kWp y año, es decir, unos 5.600 kWh anuales.
En este caso, el LCOE (coste de generar la electricidad media durante los próximos 25 años) será de 0,12 €/kWh.
Si nuevamente cogemos el precio medio actual de electricidad de 0,35 €/kWh que Som Energia está aplicando a sus clientes residenciales y le aplicamos un IPC anual del 2,5%, obtenemos que el precio medio de compra de la electricidad a lo largo de estos 25 años será de unos 0,48 €/kWh, por tanto, instalar un sistema fotovoltaico con baterías nos permite generar electricidad un 75% más barato que no el precio que pagaremos en Endesa por esta misma electricidad si le seguimos comprando todo el consumo.
Es evidente que, a largo plazo, instalar un sistema con acumulación no es una mala decisión.
4. Las baterías inteligentes me permiten ahorros que van mucho más allá de la propia energía autoconsumida.
Cada día que pasa las baterías incorporan nuevas funcionalidades convirtiéndose en soluciones inteligentes que nos permiten cubrir diferentes tipos de necesidades.
En este sentido, la mayoría de las baterías tienen diferentes programas de funcionamiento que permiten priorizar un modo de trabajo u otro en función de la necesidad principal que queremos cubrir.
De esta forma, al modo de funcionamiento convencional de la batería que persigue maximizar el autoconsumo, almacenando el máximo de energía sobrante y utilizándose cuando la producción solar instantánea es inferior al consumo de casa, se suman otros modos de funcionamiento que repasamos a continuación.
• Peak-shaving: Este modo de funcionamiento de las baterías lo que prioriza es reducir los picos de potencia de nuestro consumo y consecuentemente ahorrar también en el término fijo de la potencia contratada. Este modo de trabajo conlleva tener siempre cierta disponibilidad de energía en la batería para que, en aquellos momentos que tengo un exceso de consumo, poder suministrar energía de la batería y así rebajar la demanda de potencia de consumo. Esto nos permitirá rebajar la potencia contratada de nuestra factura de electricidad.
• Carga-descarga de la batería en función de los precios de la electricidad: Este modo nos permite cargar la batería de la red (comprar electricidad) en horas en que el precio de la electricidad es muy bajo para posteriormente descargar la batería en horas que el precio es alto. Este hecho nos permite un importante ahorro económico adicional debido a la gestión que hacemos de la carga-descarga de la batería en función de los precios del mercado.
• Back-up: este modo de funcionamiento de la batería nos permite que, en caso de falta de electricidad de la red, poder alimentar parte de nuestros consumos (normalmente los consumos críticos de la casa) desde la batería. Obviamente, para trabajar en este modo, tendremos que tener siempre una parte más o menos importante de la batería cargada, por lo tanto, ya no estamos priorizando el hecho de maximizar el autoconsumo o el ahorro, sino tener cierta garantía de suministro para dar respuesta a las posibles faltas de la red. Este modo de funcionamiento puede tener sentido en zonas rurales o en finales de línea, en las que la calidad del suministro eléctrico no es suficientemente buena.
• Servicios de regulación de la red: ¿os imagináis que os pagasen por tener una batería en casa? Esto es lo que ya está sucediendo en países como Alemania, donde el fabricante de baterías Sonnen ofrece servicios de regulación del sistema eléctrico reservando una pequeña cantidad de energía de miles de baterías residenciales que se ceden en la red de distribución en momentos en que la demanda eléctrica del país es muy elevada, y esto a cambio de que los propietarios de estas baterías reciban una compensación económica por el servicio prestado. Esto en España todavía no es posible, a pesar de que a buen seguro lo será en los próximos años cuando la regulación correspondiente a los servicios de flexibilidad y gestión de la demanda avancen.
Por lo tanto, en función del modo de trabajo que priorizamos o seleccionamos, podremos maximizar o cuanto menos complementar nuestros ahorros; o en el caso del backup, asegurar la calidad de suministro a casa.
5. Las baterías virtuales son una solución transitoria con fecha de caducidad próxima.
En los últimos tiempos se han puesto muy de moda las baterías virtuales que ofrecen la mayoría de comercializadoras de electricidad como sustituto de las baterías físicas, pero ¿sabéis qué os digo? Que las baterías virtuales no tienen futuro y que además son una barrera para el despliegue masivo de las energías renovables…, ahora os explico porque.
Cuando las comercializadoras nos pagan por los excedentes bajo la fórmula de la batería o monedero virtual, lo que están haciendo es dejar de comprar para otro cliente la cantidad de energía que nosotros vertemos a la red y que, por lo tanto, le entregamos a la comercializadora sin ningún coste para ella.
A cambio, cuando nosotros no tenemos producción solar y necesitamos comprar electricidad, nuestra comercializadora comprará al mercado una cantidad de electricidad que nosotros no le pagaremos.
Si nos fijamos en el gráfico siguiente, la famosa curva de pato, observamos como cada año el precio medio de la energía en horas solares (curva diaria normalizada) en las cuales se producen los excedentes, va bajando, y al contrario, en las horas nocturnas en las que no hay producción solar, el precio de la electricidad está subiendo.
Esto significa que cada vez más las comercializadoras están comprando más cara la energía que nos entregan gratis por la noche a cambio de que nosotros les entregamos kWh sobrantes que tienen que vender cada vez a precio más bajo durante las horas solares… Es evidente, que cuanto más cae el precio de la electricidad en horas diurnas, peor es el negocio para las comercializadoras. Así pues, ¿cuánto tiempo creéis que durarán las baterías virtuales?
Pero es que además, cada vez más nos encontramos periodos con el fenómeno denominado curtailment, en los que debido en el alta generación solar y eólica en ciertas horas del día, la cantidad de energía que se verte a la red es superior a la demanda de electricidad, o a la capacidad de evacuación en ciertas redes de transporte y/o distribución. Cuando esto sucede, para resolver este desequilibrio hay que dar una orden a las centrales solares y/o eólicas para que paren momentáneamente su producción.
En cambio, si este exceso de energía la almacenamos en baterías, después la podremos utilizar en horas nocturnas o de baja producción sin la necesidad de comprar la electricidad a centrales contaminantes de carbón (por suerte cada vez menos) o de gas.
Se estima que el fenómeno del curtailment afectará al 20% de la producción renovable en 2050.
Es evidente, que ya no solo por precio y rentabilidad, sino también por responsabilidad, la decisión de instalar baterías en casa es del todo razonable y coherente.
Como habéis visto, a lo largo de este artículo he intentado hacer un repaso de los principales argumentos para instalar baterías en casa (también es extensivo a empresas); en todo caso el primer paso y el más importante es dar el paso y convertirse en autoconsumidor, la decisión de poner una batería siempre podrá ser posterior a la instalación solar original.
Actualmente, existen muchos fabricante de baterías permitiendo una compatibilidad total con cualquier fabricante de inversores solares, consecuentente la decisión de instalar una batería no deja de ser prácticamente una decisión tipo plug and play, sin necesidad de grandes cambios en la instalación solar original o de tener que sustituir el inversor solar.
Y vosotros, ¿qué motivos tenéis para instalar o no baterías en casa?
¡Hablamos muy pronto!
Te animamos a comentarnos que te ha parecido y contáctanos para hablar de la instalación de placas solares.
Hola, soy Frederic Andreu, Ingeniero Químico por el Instituto Químico de Sarriá (IQS) y post-grado en energías renovables por la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC). Durante 10 años trabajé en Endesa Energia, primero gestionando grandes cuentas industriales y posteriormente cómo responsable de energía solar para España. Actualmente soy socio-fundador de SolarTradex y me apasiona desarrollar y compartir con todos vosotros este proyecto.