Hoy quiero empezar mi artículo semanal con un fuerte aplauso y mi más sincera felicitación y enhorabuena a TV3 por el excelente reportaje que emitió el pasado domingo por la noche el programa «30 Minuts», donde se trató con total independencia de intereses externos y bajo el título «Eclipsi Solar», la deplorable situación a la que se enfrentan las energías renovables en España… lamentablemente los periodistas que firmaron el trabajo, parece que perdieron toda posibilidad de viajar a Brasil a cuenta y cargo del oligopolio eléctrico.
Es de reconocer y agradecer el enorme valor que tiene hoy en día que una televisión pública se posicione de forma tan objetiva a favor del sector de las renovables y por ende del interés común, y es que sin lugar a dudas la objetividad está de nuestro lado.
Dicho esto y retomando nuestra senda, hoy intentaré de la forma más concisa y escueta posible plantear algunas consideraciones acerca del virtual déficit de tarifa convertido por intereses también objetivos en arma arrojadiza del Gobierno y del Oligopolio eléctrico contra del sector renovable.
Si ir más lejos, y tal y como os comentaba la semana pasada en el artículo «El sol puede ser suyo, o no…«, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo justificaba la reciente aprobación del RD413/2014 que establece un surrealista e «intransparente» sistema de retribución a los proyectos renovables, en aras de ¿solucionar? el déficit de tarifa, ya que según reza la nota de prensa del ministerio » Desde 2005, las primas a las energías renovables, la cogeneración y los residuos han subido más de un 800 por 100 hasta superar los 9.000 millones de euros en 2013, el mayor coste regulado para el sistema eléctrico. Entre 1998 y 2013 estas instalaciones han percibido más de 56.000 millones de euros en primas.»
Resumiendo que, al parecer si no fuera por este maldito cáncer de las energías renovables, este año nos hubiéramos ahorrado 9.000 millones de Euros de factura eléctrica, o lo que es lo mismo un 37% del coste de generación de la electricidad…. y es que encima nos atrevemos a defender las renovables; ¿ realmente somos tan necios?